diumenge, 29 de setembre del 2013

Jukebox junkie

"Querido blog:

Hoy te pondré pocas fotos. Primero porque donde hemos estado hoy no es especialmente bonito a la vista. Y segundo porque lo que hemos vivido no se puede fotografiar.

Hoy hemos ido a Neverland.

Bueno, primero hemos pasado por el "1880 Union Hotel", en cuya habitación número 2 se grabó el videoclip "Say, say, say" de Michael Jackson y Paul McCartney. La gente de aquí, como sabes, es maravillosa. La recepcionista, una chica muy jovencita, no ha dudado un momento en decir que sí, que por supuesto dejaba lo que estaba haciendo y nos acompañaba a la habitación número 2 ("Yes, the famous seis-seis-seis"), la abría para nosotros y se esperaba a que nos hiciéramos "una foto", que al final han sido 8 ó 10. Y siempre con una sonrisa.

Pero, como te decía, hoy hemos ido a Neverland.

Tal vez sólo sea una puerta. Tal vez ni siquiera sea la famosa puerta dorada de Neverland. Tal vez ya no quede allí ni una dosis homeopática de Michael Jackson. Pero hemos estado allí. En la puerta de su casa. Por donde entraba y salía y donde, si tenías suerte, podías conseguir verle de cerca y tener un autógrafo de esos que ahora venden por 1.000$.

No acierto a comprender el porqué de este misticismo, de esta idolatración de los fans. Lo cierto es que recorrer el mismo camino donde sabes que estuvo, pisar la misma tierra y ver el mismo cielo, te hace acercarte aún más a la figura de tu ídolo.

Neverland tiene además un algo especial. En este viaje ya hemos visto varias cosas de Michael, por ejemplo un original firmado con la letra de "Beat it", que además nos mostró una persona que le conoció y que nos contó intimidades de primera mano. De hecho, en este mismo viaje aún nos quedan por ver otras cosas relacionadas con él y que te contaré en su momento.

Pero... Neverland es Neverland.

Es el sueño, el símbolo, la esencia. Michael creó dos universos. Uno con su música, con su mensaje. El otro, es Neverland.

Tal vez no hayamos podido ver a Michael, ni la puerta dorada, la noria, los animales o el reloj de flores. Tal vez Ingrid sólo haya podido caminar dos pasos dentro (¡dentro!) de Neverland antes de que un jardinero nos echara.

Pero hemos estado en Neverland.

Hemos estado solos. En otros centros de peregrinaje para fans es habitual encontrarte alguien. En "Strawberry Fields" siempre hay flores y fotos recordando a John Lennon. Aquí no había nadie, más que nosotros y un jardinero cumpliendo su obligación. No hay más flores que las plantadas y no hay fotos, tal vez unos cuantos grafittis en las piedras de la entrada. Esa soledad hace que te olvides del morbo y sólo pienses en qué debía sentir cuando estaba aquí, como debía ser su día a día, que haría en esa casa cuando no tuviera visitas...

Hemos estado en Neverland, en la puerta, querido blog, pero ha sido como si hubieramos sido invitados por Michael y nos hubiera enseñado su pequeño zoológico, el parque de atracciones, el parque de bomberos o la biblioteca de 10.000 volúmenes.

Hemos estado en Neverland y hemos sabido que tener dinero es muy difícil porque inventarán cualquier cosa para quitártelo. Hemos sabido que ser un genio te hace diferente, único y que eso no sienta bien a la masa, que inventará cualquier cosa para burlarse de tí por la inseguridad de ellos.

Mi mayor recuerdo es que allí, en la puerta de Neverland, no se oía nada. Tal vez, a lo lejos, el viento susurraba la letra de "Man in the mirror" para recordarnos que para cambiar el mundo hay que empezar por uno mismo.

Hoy, querido blog, hemos estado en Neverland."


Postdata:

Para no defraudar a mis queridos lectores diré que, después, hemos ido a un enoooooorme outlet en Camarillo donde la tarjeta de crédito se ha doblado por el calor de la fricción al pasarla por la maquinita. El resumen sería éste:




Debo pedir disculpas a los que sé que estáis esperando la hamburguesa de hoy como si esto fuera Supersize me, pero es que he visto un puesto de comida china impresionante y me he comido el platazo de la foto por 8.90$, bebida incluída. Por cierto, la chica de la esquina superior izquierda NO es una actriz porno en plena faena, es que tenía hambre...




Y, para acabar, la anécdota del día. Me he vuelto a encontrar -en los lavabos de California- con un recipiente especial para recoger las jeringuillas usadas... Y marcaba lleno...




¡Buenas noches!

2 comentaris:

  1. A la Ingrid l'he posat :Ohhhhhhhh moltes vegades per l'emoció que sé que ha tingut per estar avui a Neverland, però tinc que dir que quasi ploro amb el que explicaves.... Jolin...Quina emoció de dia i ni tant sols estic allà....

    P.D Qué fort lo de les jeringuilles

    Per cert...quin riure amb la foto del menjar ( jo sempre l'espero ;)))

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  2. res a dir, seguim amb el vostre silenci de la porta

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